Unilever disminuye sus metas de sustentabilidad ¿por qué es bueno?

La semana pasada, el CEO de Unilever, Hein Schumacher, anunció en una llamada de inversionistas la decisión de la empresa de redefinir sus metas de sustentabilidad para que sean menos aspiracionales y más tangibles. En lugar de mantener objetivos a largo plazo que no tienen un impacto inmediato, Unilever buscará metas que beneficien a la compañía y a sus partes interesadas, como clientes y proveedores, de manera más concreta.

En este contexto, Joel Makower, Presidente y Cofundador de GreenBiz Group, comparte sus reflexiones sobre la decisión de que Unilever, un gigante de bienes de consumo, disminuye sus metas de sustentabilidad como un reconocimiento tácito de que el mundo ha cambiado al respecto y en cuanto al propósito de las empresas.

Reconfigurando la sostenibilidad

Makower señala que Schumacher destacó que algunos de los objetivos a largo plazo de su compañía y de otras empresas no han sido efectivos: «En los últimos años, el debate en torno a la sustentabilidad y el propósito de las marcas ha generado más ruido que claridad», comentó.

Esta decisión de Unilever es un reconocimiento tácito de que el mundo ha cambiado en cuanto a la sustentabilidad y el propósito de una empresa. La volatilidad actual, tanto financiera como social, junto con la resistencia en contra de posturas políticamente correctas en ambos lados del Atlántico, está obligando a las empresas a evaluar de cerca cómo la sustentabilidad respalda las ganancias y la productividad. Donde no lo hace, se cuestiona y, en el caso de Unilever, se reimagina.

En muchos aspectos, reflexiona el cofundador de GreenBiz, el cambio de enfoque de Unilever no es sorprendente. Después de Polman, la empresa ha enfrentado una creciente presión para demostrar cómo su enfoque en la sustentabilidad beneficia a los accionistas, incluido un coro cada vez más ruidoso de inversores activistas.

El año pasado, cuando Reuters habló con una docena de los mayores accionistas de Unilever, la mayoría elogió a la empresa por colocar los problemas de sustentabilidad en primer plano, aunque la mitad expresó la esperanza de que el liderazgo de la empresa proporcionara una mayor claridad sobre cómo equilibraría la sustentabilidad con el rendimiento financiero.

Una decisión inteligente: Reducción de metas de Unilever

En este contexto, la nueva atención de Schumacher en objetivos a corto plazo y más tangibles podría ser la decisión correcta en un momento en el que las empresas son acusadas de pensar a corto plazo. Demasiadas compañías se han comprometido con metas para 2040 o 2050 sin una rendición de cuentas suficiente sobre lo que sucederá entre ahora y entonces, señala Makower.

De hecho, algunas de esas metas a largo plazo dependen de tecnologías que son, en varios aspectos, no probadas, poco confiables o económicas, lo que lleva a muchos activistas a verlas desde grandiosas hasta simples estrategias de relaciones públicas.

Además, la era en la que las empresas podían hacer compromisos audaces sin especificar cómo o cuándo los alcanzarían está llegando a su fin. Donde tales compromisos aspiracionales eran una vez considerados loables —la visión de Apple de abastecer el 100 por ciento de sus metales de fuentes recicladas es un buen ejemplo— esas aspiraciones se ven con escepticismo si las empresas no pueden mostrar objetivos y plazos realistas.

Unilever disminuye sus metas de sustentabilidad

Bajo el nuevo régimen, Unilever centrará sus iniciativas de sustentabilidad en cuatro pilares, incluyendo clima, naturaleza y biodiversidad, residuos plásticos y el sustento de sus clientes, comunidades y proveedores. En lugar de establecer metas a nivel de la empresa, dependerá de los jefes de divisiones y propietarios de marcas individuales determinar qué métricas, si las hay, utilizar para evaluar el progreso.

Esto podría complicar la presentación de informes y la transparencia, especialmente si el producto final es una mezcla de métricas que no se pueden comparar ni agregar fácilmente para el consumo de diversas ONG, servicios de informes, inversores y reguladores interesados en tales datos.

Unilever disminuye sus metas de sustentabilidad: La lección de Unilever

El plan de Schumacher plantea preguntas importantes no solo para Unilever, sino también para otras grandes empresas, especialmente aquellas con líneas de productos y cadenas de suministro diversas y extensas: al buscar la sustentabilidad, ¿deberían las empresas tratar de hacer bien unas pocas cosas, o ser todo para todas las partes interesadas? ¿Deberían los objetivos ser centralizados o establecidos y medidos por aquellos más cerca de la primera línea? ¿Cómo deben equilibrar las empresas los compromisos a corto plazo versus a largo plazo?

Asimismo, el plan de Schumacher muestra que los objetivos, aspiraciones y métricas pueden necesitar ser repriorizados, incluso cuando las empresas son presionadas para cumplir metas cada vez más ambiciosas y expansivas. También representa una madurez en el campo de la sustentabilidad y la necesidad de que las empresas se centren directamente en impactos materiales que impulsen tanto resultados financieros como de sustentabilidad.

Este cambio puede dar motivo de reflexión a los ejecutivos cuyas empresas han establecido listas de tareas extensas, o que les han entregado tales listas por parte de clientes, inversores o activistas. Puede ser el momento de resistir estos mandatos generales cuando no concuerdan con las actividades e impactos reales de una empresa, puntualiza Joel Makower.

Fuente: Portal Ambiental

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