Tecnología e innovación para hacer frente al cambio climático.

México ha reforzado sus políticas públicas a fin de entregar resultados positivos que permitan a las generaciones futuras contar con un futuro alentador.

Se acerca el año 2030 y, con ello, el plazo establecido por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para alcanzar metas globales en materia de justicia social, sostenibilidad y protección al medio ambiente.

Fue en 2015 cuando los Estados miembros se comprometieron a realizar esfuerzos institucionales de largo alcance, plasmados en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, con 169 metas específicas y con indicadores que permiten medir su cumplimiento.

A medio camino entre ambas fechas, México ha reforzado sus políticas públicas a fin de entregar resultados positivos que permitan a las generaciones futuras contar con un futuro alentador. En lo relativo al combate al cambio climático, recientemente se anunció que nuestro país llevará a cabo una fuerte inversión para el impulso de energías renovables, con un monto que asciende a 48 mil millones de dólares, otorgado con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos.

En los hechos, México duplicará la generación de energía a partir de fuentes renovables, como la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, de esta forma se elevará del 22 al 35 por ciento la reducción voluntaria de emisiones (conocidas como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, o NDC) rumbo al 2030. Se trata del plan más ambicioso que haya realizado el gobierno de la República para la transición energética.

PUNTO DE ACUERDO PARA IMPULSAR AL HIDRÓGENO VERDE

Para lograr un cambio efectivo es necesario que todos los sectores de la sociedad contribuyamos para depender, cada vez menos, de los combustibles fósiles. En esta tarea serán fundamentales las contribuciones que realicen la academia, los investigadores, la iniciativa privada y los servidores públicos, en sus respectivos ámbitos de competencia.

En este sentido, la tecnología y la innovación son piezas clave que permitirán encontrar soluciones a desafíos presentes y futuros. Bajo esta perspectiva, una de las alternativas que propongo desde la Cámara de Diputados es la inclusión del Hidrógeno Verde como complemento a los esfuerzos contra el cambio climático que realiza nuestro país.

A partir de un Punto de Acuerdo ingresado esta semana, se exhorta a la Secretaría de Relaciones Exteriores a incluir el Hidrogeno Verde dentro del Programa de Atención Climática de Carácter Regional con Estados Unidos, y a la Secretaría de Energía y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a establecer un programa para el fomento y desarrollo de este vector energético.  

BENEFICIOS FRENTE A LOS COMBUSTIBLES FÓSILES

Entre los argumentos, señalo que este elemento químico almacena grandes cantidades de energía y puede transportarse de manera eficiente. Al utilizarlo como combustible, la única emisión producida es vapor de agua.

Tiene un gran potencial en la industria, en el transporte, en los usos domésticos, así como en la generación de  electricidad en zonas de difícil acceso. Sin embargo, hace falta desarrollar las tecnologías que permitan abaratar su producción, almacenaje y transportación, a fin de que sea una alternativa viable para la descarbonización de nuestra economía.

Si nuestro país tiene el compromiso de generar 35 por ciento de su electricidad con energías limpias, el uso de hidrógeno verde como combustible sostenible es una alternativa que puede garantizar el logro de esta meta.

NUEVOS HORIZONTES ECONÓMICOS Y SOCIALES

En la esfera económica, el Hidrógeno Verde también conlleva beneficios sociales, como lo reporta un estudio llevado a cabo por la organización H2 México, con apoyo de PwC. En el análisis se indica que México podría invertir alrededor de 60 mil millones de dólares de 2025 a 2050 en producción de Hidrógeno Verde, generando tres millones de empleos.

Se estima que para 2050, sólo la industria del Hidrógeno Verde podrá reducir 53 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que equivale a una reducción del 14 por ciento, comparado con el año base 2019 y fortaleciendo el desarrollo económico del país.

México cuenta con las condiciones necesarias para asumir un liderazgo regional en materia de Hidrógeno Verde, por sus características geográficas, sus recursos naturales, sus tratados comerciales y, sobre todo, por su capital humano. 

El cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 nos brinda la oportunidad de trabajar en conjunto para salvar el legado más importante que podemos dejarle a las generaciones futuras: un medio ambiente sano, con disponibilidad de recursos para todos.

Javier López Casarín es Experto en Innovación

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México

Fuente: Forbes

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