La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) ha dejado de ser una tendencia para convertirse en un estándar esperado por la sociedad. Las empresas que desean posicionarse como éticas y conscientes invierten en programas ambientales, sociales y de gobernanza. Sin embargo, no siempre estas acciones están libres de inconsistencias.
En un mundo cada vez más conectado y transparente, las contradicciones de RSE son más visibles que nunca. Aunque muchas marcas buscan proyectar una imagen comprometida, sus prácticas cotidianas revelan choques entre lo que dicen y lo que hacen. Este artículo expone algunas de estas tensiones para generar una reflexión crítica que impulse acciones más coherentes.
10 contradicciones de RSE
1. Promueven el cuidado del medio ambiente… pero envían cientos de correos al día
Una de las contradicciones de RSE más evidentes ocurre cuando las empresas impulsan campañas de “cero papel”, pero sus sistemas internos dependen de flujos constantes de correos electrónicos innecesarios. Cada uno de estos correos tiene una huella de carbono asociada, especialmente si son reenviados masivamente o incluyen archivos pesados.
El discurso ambiental se vuelve vacío si no se considera el impacto digital. Promover la sostenibilidad implica también educar sobre la eficiencia digital, el almacenamiento responsable en la nube y el uso consciente de la tecnología.
2. Apoyan causas sociales… pero pagan salarios injustos
Muchas empresas se enorgullecen de donar a fundaciones, organizar campañas de recaudación o realizar voluntariados corporativos. Pero al mismo tiempo, ofrecen sueldos mínimos o condiciones laborales precarias a su personal de base.
Este desequilibrio revela una de las contradicciones de RSE más sensibles: ayudar afuera mientras se descuida adentro. La verdadera responsabilidad social comienza con el bienestar y la justicia dentro de la propia organización.

3. Certificaciones “verdes”… con procesos poco éticos
Algunas compañías obtienen certificaciones ambientales o sociales como parte de su estrategia reputacional. Sin embargo, para conseguirlas, recurren a prácticas poco éticas como contratar consultoras que “maquillan” indicadores o evitan auditorías profundas.
Este tipo de contradicciones de RSE perjudica no solo a la empresa, sino también a todo el ecosistema que trabaja por mejorar estándares. Una certificación sin integridad debilita el valor de estas herramientas.
4. Promueven diversidad… pero su liderazgo es homogéneo
No es raro ver campañas corporativas que celebran el Día del Orgullo, el Día Internacional de la Mujer o la inclusión de personas con discapacidad. Pero al revisar la alta dirección, los equipos son casi idénticos: hombres, blancos y del mismo perfil académico.
La inclusión no se mide por carteles coloridos o hashtags, sino por políticas efectivas de reclutamiento, promoción y liderazgo equitativo. Esta contradicción es un reto persistente en muchas empresas.
5. Presumen transparencia… pero ocultan información clave
Hay empresas que se jactan de publicar informes de sostenibilidad anuales, pero evitan hablar de temas controversiales como demandas laborales, conflictos comunitarios o impactos negativos de sus operaciones.
La transparencia no debe ser selectiva. Una de las contradicciones de RSE más preocupantes es usar la rendición de cuentas como herramienta de marketing y no como reflejo de mejora continua y apertura real al diálogo.
6. Fomentan el consumo responsable… mientras estimulan compras compulsivas
Algunas marcas lanzan campañas para “consumir con conciencia”, promueven productos sustentables o reutilizables, pero simultáneamente implementan estrategias de marketing que empujan al sobreconsumo.
Ofertas de último minuto, descuentos agresivos o lanzamientos continuos de productos incentivan compras innecesarias. Esta disonancia refuerza hábitos poco sostenibles en lugar de transformarlos.

7. Adoptan políticas de equidad… pero tercerizan empleos vulnerables
Aunque las grandes empresas pueden tener políticas de equidad y derechos humanos, muchas veces contratan a proveedores que ofrecen condiciones laborales precarias a sus trabajadores, especialmente en limpieza, seguridad o manufactura.
Estas contradicciones de RSE reflejan una desconexión entre el discurso y la cadena de valor. Ser socialmente responsable implica mirar más allá de los muros de la oficina y asumir corresponsabilidad con los aliados.
8. Hablan de bienestar… pero imponen jornadas extenuantes
El bienestar integral es una promesa común en las estrategias de RSE, pero en la práctica, muchos colaboradores enfrentan jornadas largas, reuniones sin sentido o presión constante para cumplir metas.
El burnout no se resuelve con clases de yoga o fruta gratis. Se requiere una gestión realista, humana y empática del trabajo, que priorice la salud mental como parte del desempeño organizacional.
9. Dicen empoderar comunidades… pero no escuchan sus voces
Existen empresas que implementan programas sociales en comunidades vulnerables sin realmente incluirlas en la toma de decisiones. Llegan con soluciones prediseñadas, sin preguntar qué se necesita.
La participación activa de las comunidades es clave para una RSE efectiva. De lo contrario, estas acciones pueden ser percibidas como intervenciones verticales que no empoderan, sino que perpetúan dependencias.
10. Incorporan criterios ESG… pero no cambian su modelo de negocio
Algunas empresas integran indicadores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) solo para cumplir con inversionistas o reguladores. Sin embargo, no replantean el modelo que los llevó a generar impactos negativos.
Este enfoque superficial reduce la RSE a una lista de requisitos, sin abordar la raíz de los problemas. La coherencia implica rediseñar procesos, productos y propósitos, no solo adaptarlos al nuevo vocabulario corporativo.

Contradicciones de RSE: ¿falla estructural o falta de conciencia?
Estas contradicciones de RSE no son siempre fruto de la mala fe. Muchas veces derivan de la complejidad de operar en un mundo en transición, donde las expectativas sociales evolucionan más rápido que las estructuras internas.
Sin embargo, eso no exime a las empresas de asumir responsabilidad. El reto está en identificar estas tensiones y abordarlas con honestidad, transparencia y voluntad de transformación, más allá de lo simbólico.
Cómo evitar caer en contradicciones de RSE
Para construir una RSE auténtica y coherente, las organizaciones deben dejar de verla como un accesorio y entenderla como parte del corazón del negocio. Esto implica revisar sus políticas, procesos y relaciones con todos los grupos de interés.
La clave está en la escucha activa, la revisión constante de impactos y el compromiso transversal, desde el CEO hasta el equipo operativo. Solo así se puede evitar que las contradicciones de RSE sigan empañando los avances logrados.
La RSE no se trata solo de hacer el bien, sino de hacerlo bien. Reconocer las contradicciones de RSE no significa abandonar el camino, sino fortalecerlo con acciones más consistentes, integradas y profundas.
Frente a una ciudadanía cada vez más informada y crítica, las empresas deben abandonar las narrativas decorativas para asumir su rol transformador con autenticidad. La coherencia no es una meta imposible, es una decisión diaria.
Fuente: Expok Comunicación de Sustentabilidad y RSE