La falta de apoyo social en el trabajo es considerada un riesgo psicosocial, eso significa que la calidad de las interacciones entre colegas afecta la salud mental de las personas, por lo que es importante que las empresas promuevan entornos de colaboración y comunicación efectiva.
Las relaciones con los compañeros de trabajo tienen un papel importante en el bienestar integral y en la productividad. La calidad de las interacciones en el entorno laboral va a influir en el estado de ánimo y en la satisfacción de las personas. En ese sentido, las malas relaciones afectan tanto el desempeño como la salud.
Lady Stella Díaz, estratega de Bienestar Laboral, afirma que las malas relaciones en el trabajo pueden definirse como interacciones disfuncionales entre los colaboradores, líderes y equipos. Estas interacciones se caracterizan por la falta de comunicación efectiva, desconfianza, conflictos recurrentes y un ambiente laboral tenso.
Las estadísticas de comunicación en el lugar de trabajo de Pumble indican que 86% de los empleados y ejecutivos menciona la falta de colaboración comunicación eficaces como las principales causas de las fallas en el lugar de trabajo.
Lady Stella Díaz agrega que, “las malas relaciones pueden incluir críticas destructivas, desinterés en el trabajo, falta de colaboración y respeto, así como competencias desleales”. Además, enfatiza que las relaciones jerárquicas abusivas, la falta de empatía por parte de los líderes y el aislamiento social son factores clave que deterioran el entorno laboral y afecta la moral de los colaboradores.
Ivonne Borden, directora de la firma Agregando Valor, coincide en que las dinámicas disfuncionales en el lugar de trabajo no solo afectan el bienestar mental de los empleados, sino que también impactan negativamente la productividad.
“Es un error pensar que los problemas personales se quedan fuera de la oficina. Los problemas de relación con compañeros o jefes siempre se trasladan al desempeño y el compromiso de los empleados”, menciona la especialista.
Ivonne Borden destaca que el ambiente laboral tóxico influye en el desgaste emocional, provocando que los trabajadores se sientan desmotivados y con altos niveles de estrés.
La falta de apoyo social es un riesgo potencial
Cuando estas relaciones son disfuncionales, las consecuencias pueden ser severas. La NOM-035, que regula los factores de riesgo psicosocial en el trabajo, incluye la ausencia de redes de apoyo y colaboración en el entorno laboral como riesgos para la salud mental de las personas.
“Cuando los trabajadores no encuentran en sus compañeros o superiores el apoyo que necesitan, es más probable que busquen nuevas oportunidades en otros lugares. Esto afecta la retención de talento y genera un costo adicional para la organización”, subraya Borden.
Ivonne Borden añade que la falta de apoyo social puede traducirse en una mayor rotación de personal, ya que los empleados no sienten el respaldo necesario para manejar el estrés o las demandas de su puesto.
Lady Stella Díaz explica que “los trabajadores pueden sentirse solos, desprotegidos y sin recursos para enfrentar los desafíos laborales” los cuales genera una cascada de problemas que afectan tanto su salud mental como física.
En términos emocionales, la falta de apoyo social aumenta los niveles de estrés, fatiga y baja autoestima, lo que, en casos graves, puede desencadenar trastornos de ansiedad y depresión.
Díaz destaca que el estrés crónico puede “somatizarse en enfermedades físicas como alteraciones cardiovasculares, problemas gastrointestinales como colitis o gastritis, migrañas y dolores de cabeza”. Estas manifestaciones físicas son el resultado de un ambiente laboral tóxico que no brinda las herramientas necesarias para un bienestar emocional adecuado, eso incluye el fortalecimiento de las relaciones entre compañeros de trabajo.
De acuerdo con el Índice de relaciones laborales de HP, el 57% de los empleados en México tiene afectaciones en su salud física por las malas relaciones con el trabajo, y otro 46% experimenta impactos negativos en su salud mental.
Identificar cuándo un entorno de trabajo está siendo afectado por malas relaciones laborales es crucial para poder intervenir a tiempo. Lady Stella Díaz menciona cinco señales clave que las empresas deben monitorear:
- Aumento en la rotación de personal, un ambiente de trabajo tenso empuja a los empleados a abandonar las empresas, lo que resulta en una alta tasa de fuga de talento, y esto se traduce en costos para la compañía.
- Bajo rendimiento y productividad, las malas relaciones laborales dificultan el trabajo en equipo y el cumplimiento de objetivos, lo que impacta negativamente en la productividad.
- Alta tasa de ausentismo, el estrés, la ansiedad y el burnout llevan a los empleados a faltar en el trabajo con frecuencia por problemas de salud.
- Quejas y denuncias, un aumento en las quejas relacionadas con conflictos laborales indica la existencia de un entorno de trabajo inadecuado. Sin embargo, Ivonne Borden añade que la ausencia de quejas en el buzón también es una señal de mala relación en el trabajo, pues demuestra falta de interés.
- Falta de participación en actividades sociales y bienestar, los empleados que no se sienten apoyados tienden a evitar participar en eventos sociales o culturales organizados por la empresa.
Sin embargo, las compañías pueden implementar diversas estrategias para mejorar las relaciones entre colegas y fomentar un ambiente de apoyo social. Estas medidas no solo mejoran el bienestar de los empleados, sino que también están alineadas con los con la norma 035.
Algunas de las estrategias recomendadas por Lady Stella Díaz e Ivonne Borden incluyen:
- Promover programas de capacitación en habilidades de comunicación: una comunicación abierta y respetuosa es esencial para fomentar la seguridad psicológica en el trabajo. Fomentar en los trabajadores y líderes la comunicación asertiva previene conflictos y mejora el ambiente laboral.
- Mentoring y coaching, estos programas ayudan a los líderes a desarrollar habilidades de liderazgo y de relación interpersonal. “El coaching y mentoring fortalece la colaboración y crean un ambiente positivo”, menciona Díaz.
- Fomentar la participación en equipos de trabajo colaborativos, la creación de proyectos multidisciplinarios y el reconocimiento de los colaboradores por sus aportes promueve la confianza y mejora las relaciones de trabajo.
- Establecer políticas de bienestar y flexibilidad laboral, la flexibilidad en los horarios y esquemas de trabajo basados en objetivos puede reducir el estrés laboral y fomentar un ambiente de apoyo social. Esto incluye la posibilidad de que los empleados cuenten con tiempo libre o permisos para atender situaciones personales, lo que les brinda un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal.
Ivonne Borden resalta la importancia de establecer dichas políticas de bienestar mental en las empresas, donde se reconozca que los empleados tienen necesidades no solo laborales, sino también personales.
“A veces, pequeñas acciones como implementar pausas activas o espacios de conversación abierta pueden hacer una gran diferencia en cómo se sienten los empleados respecto a su entorno laboral”, asegura Borden.
El rol de los líderes
Los líderes juegan un papel crucial para prevenir conflictos derivados de las malas relaciones de trabajo. “Los líderes deben establecer el tono y la cultura de trabajo”, subraya Lady Stella Díaz, además de que los superiores son responsables de intervenir en cualquier conflicto antes de que este escale y pueda generar un ambiente de violencia verbal o física.
Ivonne Borden añade que los líderes no solo deben gestionar el equipo, sino también fomentar la cohesión entre los compañeros de trabajo. “El trabajo en equipo es clave, y los líderes son los responsables de mantener el equilibrio en el grupo. Esto implica manejar conflictos de manera oportuna y crear un ambiente donde todos se sientan valorados”, explica.
Ambas especialistas coinciden en que capacitar a los líderes en inteligencia emocional y resolución de conflictos es fundamental para que puedan abordar los problemas de manera eficiente y empática.
Los jefes deben fomentar una comunicación abierta y modelar el comportamiento que desean ver en sus equipos, actuando como ejemplos de respeto y colaboración.
La NOM-035 establece que la falta de apoyo social es un riesgo psicosocial que debe ser gestionado, y las organizaciones tienen la responsabilidad de implementar estrategias que promuevan un ambiente de trabajo saludables y colaborativo. La clave está en capacitar a los líderes, fomentar la comunicación efectiva y crear políticas de bienestar que brinden a los empleados el apoyo necesario para prosperar en sus roles.
Fuente: El economista