Cambio climático:esto es lo que ocurre con los arrecifes de coral en un mundo con temperaturas cada vez más altas

Fotos exclusivas revelan cómo el reciente blanqueamiento de los arrecifes de coral provocado por el cambio climático ha impactado de forma drástica cerca de la isla australiana de Lord Howe

Imágenes exclusivas de National Geographic muestran que ni siquiera los remotos paraísos marinos están a salvo del impacto del cambio climático.

La isla de Lord Howe, a dos horas de vuelo de Sydney, Australia, alberga el arrecife de coral más meridional del mundo y sus aguas protegidas son un paraíso para la vida marina.

Este año, los investigadores quedaron desolados cuando una doble tragedia golpeó los prístinos arrecifes de la región. El aumento de las temperaturas oceánicas y las mareas más bajas de la historia terminaron con muchos corales.

“Esto demuestra realmente lo extendidos que están los impactos del cambio climático en nuestros ecosistemas marinos“, afirma Bill Leggatt, profesor de la Universidad de Newcastle (Australia).

Los corales de la laguna poco profunda de la isla Lord Howe tienen pigmentos fluorescentes que se cree actúan como bloqueadores solares y ayudan a protegerlos de la decoloración. Estos corales fueron afectados por mareas anormalmente bajas.


El arrecife, que se muestra el mismo día, está iluminado con luz ultravioleta. El tejido vivo aparece de color verde brillante, mientras que el tejido muerto es de color amarillo pálido.

¿Qué es el blanqueamiento del coral?

Los corales son animales que mantienen una relación mutuamente beneficiosa con unas microalgas llamadas zooxantelas. Las algas viven en el interior del coral y le proporcionan alimento a cambio de refugio. Son estas zooxantelas las que dan a los corales sus impresionantes colores.

Pero esta relación es frágil. Cuando las aguas se calientan demasiado, aunque sea uno o dos grados, los corales expulsan las algas y se vuelven blancos. 

“Los corales no son como nosotros. No pueden ir al médico. No tienen fiebre ni tos. Si los corales se estresan, pierden sus algas y eso es el blanqueamiento del coral”, dice Leggatt.


6 de mayo de 2024: 
Durante los primeros días de exposición a la marea baja, los corales emergieron de la laguna mostrando su saludable pigmentación oscura. El arrecife acababa de sobrevivir a la ola de calor marina más calurosa jamás registrada.

8 de mayo de 2024: Solo dos días después, la repetida exposición al aire estresó a los corales lo suficiente como para hacerlos aparecer desaturados. Los más de 20 centímetros  superiores de vastos matorrales de corales Acropora ramificados finalmente no sobrevivirían.

Este coral Montipora bajo y plano, normalmente marrón oscuro, muestra un azul brillante y flourescente después de haber sido expuesto a condiciones ambientales anómalas. Aunque muchos corales se vuelven blancos bajo coacción, algunos emiten una gama de diferentes colores neón. Si las células del coral aún pueden llevar a cabo al menos algunas de sus funciones normales durante el blanqueamiento, el aumento de los niveles internos de luz impulsa la producción de pigmentos coloridos, que protegen al coral de los daños de la luz formando una especie de capa de protección solar que permite el retorno de las algas.

Cambio climático y temperatura récord del mar 

Las temperaturas de la superficie del mar alcanzaron una cifra récord en febrero de 2024. Los efectos del calentamiento provocado por el cambio climático se vieron exacerbados por el fenómeno meteorológico de El Niño, que elevó las temperaturas en todo el planeta. 

Este calor provocó el cuarto blanqueamiento masivo del mundo, que afectó a la Gran Barrera de Coral y a los arrecifes de Florida, el Caribe, el Pacífico Sur, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico.

Los investigadores de la isla de Lord Howe lo vieron venir. Practicar snorkel en arrecifes a poco más de 3 metros de profundidad les permitió recopilar datos de referencia para estudiar los arrecifes antes, durante y después del blanqueamiento.

La temperatura media de la superficie del mar alrededor de Lord Howe es de 16 °C en invierno y de 26°C en verano. Durante el verano australiano más reciente alcanzaron la cifra récord de 29°C. 

A finales de enero, justo antes de que se dispararan las temperaturas estivales, el arrecife estaba inmaculado. “Los colores eran increíbles”, dice Paige Sawyers, estudiante de doctorado de la Universidad de Nueva Gales del Sur que estudió los corales. “Era como me imaginaba la Gran Barrera de Coral hace unos 30 años”.

El equipo se sorprendió al volver un mes después y descubrir que el arrecife había cambiado hasta quedar irreconocible. “Había blanqueamiento en todos los sitios”, explica Sawyers. “No parecía el mismo arrecife”.A medida que mueren, algunas especies de coral brillan en tonos rosas, morados y verdes, como un último grito de auxilio. “Es casi como si pusieran una luz de neón”, asegura Sawyers. Pero el coral puede recuperarse si las temperaturas bajan a tiempo para que las algas regresen a sus hospedadores. Cuando terminó el verano y bajaron las temperaturas, las cosas parecían prometedoras. “Algunas especies en concreto que se habían blanqueado estaban recuperando sus zooxantelas”, cuenta Sawyers. “Parecía que todo iba a ir bien”.

Dos años más tarde, el mismo arrecife fue impactado por otro evento de marea baja. Mientras que algunos arrecifes pueden sobrevivir a las olas de calor, estas mareas bajas pueden matar a los corales ya estresados.

El efecto devastador de la marea baja y el blanqueamiento sobre los arrecifes de coral

Fue entonces cuando sobrevino el desastre. En mayo, la isla se vio afectada por mareas extremadamente bajas que dejaron al aire entre 25 y 30 centímetros de coral, provocando un mayor blanqueamiento y matando a los corales que ya no estaban bajo el agua.

“En algunas de las colonias de coral se puede ver una clara línea donde el agua se detuvo”, explica Sawyers. 

La combinación de blanqueamiento y mareas inusualmente bajas fue “una desafortunada serie de acontecimientos”, dice Leggatt. Los corales muy poco profundos se enfrentan de forma natural a las mareas bajas pero, ya estresados por las aguas calientes, el estrés ambiental fue letal.

El equipo está analizando los datos para ver el alcance del blanqueamiento pero, afortunadamente, no se perdió todo el coral de Lord Howe.

Un evento de desove masivo de coral libera millones de diminutos huevos y espermatozoides en el agua en un solo momento. Las aguas se comparan a menudo con ventiscas. Las aguas más cálidas hacen que los desoves se produzcan antes, como el que tuvo lugar cerca de la isla de Lord Howe el pasado diciembre.

¿Podrán recuperarse los arrecifes? 

Con la llegada del invierno, los expertos ya observan signos de recuperación a medida que los corales recuperan su color. 

Pero Leggatt sigue preocupado por el alcance del reciente blanqueamiento en una isla tan aislada de otros impactos humanos.

Las mareas anormalmente bajas expusieron repetidamente el arrecife al aire y los corales más altos volvieron a mostrar signos de estrés por blanqueamiento. El calor récord consecutivo y las mareas bajas resultaron fatales para muchos corales.

Con el cambio climático provocando fenómenos de blanqueamiento cada vez más graves, estos valiosos ecosistemas están amenazados. Perderlos tendría enormes repercusiones en el medio ambiente y en las personas que dependen de ellos para su alimentación y sustento.

Aunque los esfuerzos de restauración a pequeña escala pueden ayudar a escala local, el problema es demasiado vasto para que estas intervenciones aporten una solución global.

“Si se le dijera a la gente que vamos a perder el Amazonas en 10 o 15 años, la solución no sería intentar almacenar árboles y replantar el Amazonas”, afirma Leggatt. “Tiene que venir de detener el gran impacto, detener el cambio climático”.

6 de junio de 2023: La laguna de la isla de Lord Howe forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco y está situada a casi mil kilómetros al sur de la Gran Barrera de Coral. Considerada un remoto paraíso marino, la mortalidad del coral aquí demuestra que ni siquiera los entornos aislados son inmunes al cambio climático.

Fuente: National Geographic.

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