La semana pasada se llevó a cabo otra reunión en la que líderes globales participaron para discutir sobre el Tratado Global de Plásticos de la ONU el cual podría ayudar a frenar la contaminación por plásticos que trae severas consecuencias al medio ambiente y la salud en un mundo sobresaturado de este tipo de residuos que no dejan de producirse.
Dicho convenio pretende contener medidas jurídicamente vinculantes para que las naciones participantes tomen responsabilidad sobre los desechos de este tipo, aunque también se plantea que contenga algunas estrategias voluntarias para abordar este problema. ¿Será suficiente un tratado para frenar la contaminación por plásticos?, ¿tendrá medidas sólidas que consigan hacer que los productores se responsabilicen del plástico que traen al Planeta?, ¿basta con mejorar el sistema de reciclaje e impulsar la reutilización para resolver este problema? Te contamos los avances en esta importante negociación.
Un tratado para frenar la contaminación por plásticos
Negociadores ambientales de varias partes del mundo se congregaron del 23 al 29 de abril en Ottawa, Canadá, para dar lugar al INC-4, donde continuaron las discusiones en torno al Tratado Global de Plásticos que impulsa la ONU.
De acuerdo con Sustainable Brands, la redacción del texto logró avances e incluso se tienen planes de continuar con el trabajo en sesiones previas al INC-5. Algunos países abogaron porque se consolide un tratado fuerte y jurídicamente vinculante para frenar la contaminación por plásticos, además de presentar iniciativas para que se definan y eviten los plásticos problemáticos y con altas fugas.
Si bien el primer borrador completo del acuerdo se terminó durante el INC-3 que tuvo lugar en Kenia,en esta reunión ha comenzado la elaboración del documento final. Por otra parte, los temas que estuvieron en el centro de las conversaciones de esta cuarta edición del INC fueron aquellos relacionados con las sustancias químicas peligrosas relativas a los desechos plásticos, así como el diseño de productos y polímeros plásticos primarios y el destino de estos desechos al final de su vida útil.
Las marcas deberán responder por su plástico
Una de las cuestiones en las que las naciones lograron ponerse de acuerdo versa sobre la necesidad de generar un sistema global y sólido de responsabilidad extendida del productor (REP), con el cual buscan conseguir que las marcas paguen por los envases de plástico que sacan al mercado.
Esta justa iniciativa permitirá que los productores se hagan cargo de los plásticos que venden. No obstante, sería necesario ir más allá con esta propuesta, de manera que el productor tenga parte en dar continuidad al ciclo de vida útil del envase y garantizar su tratamiento, luego de que un estudio ha indicado que el 50% de la contaminación por plásticos es atribuible a tan sólo 56 empresas y que las etiquetas podrán ayudar a hacer que las compañías respondan por ello.
Un tratado fuerte en materia de responsabilidad por desechos plásticos debería instar a las empresas no sólo a pagar por el plástico que colocan en el mercado, ya que a menudo eso sólo es un requisito molesto que se cumple, pero que influye poco en la disminución de la contaminación generada de esta forma, pues lamentablemente pagar por producir puede resultar más conveniente que buscar maneras de reducir los envases, tal como ha pasado con el petróleo, que a pesar de imponerle impuestos, sólo se ha registrado un aumento en su producción.
Menos plástico vírgen
En la reunión los países siguieron debatiendo en torno a la cuestión de limitar la producción de plásticos vírgenes, sin embargo no hay resoluciones claras al respecto, lo que no resulta raro debido a la presión de las empresas petroquímicas interesadas en continuar con sus altos volúmenes de producción. De acuerdo con el Centro para el Derecho Ambiental Internacional, 197 cabilderos de la industria química y de los combustibles se inscribieron al INC-4, lo que representa un aumento del 37 % con respecto al INC-3.
Lamentablemente, un tratado que sólo abogue por impulsar el reciclaje de recipientes de este material no será suficiente para frenar la contaminación por plásticos debido a que no resuelve el problema del destino final de los productos al final de su vida útil, ni disminuye la enorme cantidad de residuos de esta clase o los cientos de años que tardan en degradarse, además de los químicos tóxicos que liberan durante este proceso.
Algunos países han eludido tomar medidas reales para disminuir la producción de plástico, entre ellos, Estados Unidos, que se encuentra también entre los mayores productores de combustibles fósiles. Julie Teel Simmonds , abogada principal del Centro para la Diversidad Biológica, señala que el país norteamericano “se ha quedado decepcionantemente en el medio…no ha logrado frenar la producción de plástico ni proteger de daños a las comunidades de primera línea y al medio ambiente”.
Por su parte, La Coalición de Científicos por un Tratado Eficaz sobre los Plásticos ha indicado que el borrador del tratado se enfoca en el reciclaje, pero deja de lado la reducción del plástico vírgen. La organización señala que el procedimiento de reciclaje tendrá dificultades para hacerse cargo de los volúmenes de producción de plástico, el cual se duplicó de 2000 a 2019.
La Coalición agrega que incluso si la producción global de plástico se reduce entre un 1 % y un 3 % al año, “la contaminación plástica continuará su tendencia ascendente a medida que la producción acumulada alcance al menos 20.000 millones de toneladas métricas de plástico para 2040”, lo cual pone de manifiesto la necesidad ineludible de disminuir la producción para ser coherentes con el objetivo de frenar la contaminación por plásticos.
Patrick Shewell jefe de sostenibilidad global de envases de Mondeléz International, dijo durante su participación en un Foro de Innovación que se requiere un instrumento global para intervenir en la cadena de valor de los plásticos, ya que las medidas nacionales dificultan el logro de resultados:
«Todos estamos realmente presionando por un instrumento global legalmente vinculante que establezca reglas globales comunes en lugar de dejar esto en manos de países individuales y depender de esfuerzos nacionales, porque eso es lo que impulsa muchos de los problemas con los que hoy luchamos a lo largo de la cadena de valor de los plásticos”
Shewell añadió que el “mosaico desconectado” de planes obligatorios y voluntarios no es eficaz para impulsar cambios a nivel mundial que pongan fin a la contaminación por plásticos.
Está claro que el Tratado Global de Plásticos sólo logrará dar solución al problema de contaminación por este tipo de residuos si logra ser contundente a través de normas para la disminución de la producción de plásticos y establece metas globales al respecto. Un tratado condescendiente con las petroquímicas que sólo incentive el reciclaje no podrá hacer lo suficiente para proteger el medio ambiente y la salud pública, sino que se quedará en papeleo y comunicación pública de medidas tibias para «salvar el medio ambiente».
Fuente: Expok News