A mediados de este año, el Gobierno de Nueva Zelanda lanzó una serie de consultas públicas sobre el futuro del Sistema de Comercio de Emisiones de Nueva Zelanda (SCE NZ) . Las consultas se produjeron a raíz de las recomendaciones oficiales de la Comisión de Cambio Climático (CCC) de reformar el SCE para lograr reducciones brutas de emisiones en lugar de depender excesivamente de las eliminaciones de CO2 de la silvicultura. El resultado de las consultas podría conducir a una reforma significativa del sistema.
El SCE NZ es el único sistema a nivel mundial que cubre el sector forestal como fuente de emisiones y de absorciones. La silvicultura comercial, que consiste principalmente en especies exóticas de rápido crecimiento para madera, está cubierta por el SCE. El precio del carbono actúa como un incentivo para expandir el sector y ayudar a Nueva Zelanda a cumplir sus objetivos climáticos. Sin embargo, han surgido preocupaciones con respecto al papel de la silvicultura. Actualmente no existen límites al suministro de unidades de asignación (NZU, por sus siglas en inglés) de Nueva Zelanda que pueden crearse a partir de extracciones forestales. La CCC destacó esta cuestión en un informe reciente, señalando que la configuración actual del SCE probablemente impulsará reducciones netas de emisiones a través de la forestación en el corto plazo, al tiempo que desacelerará los esfuerzos para reducir las emisiones brutas en su fuente.
Bajo la consulta de revisión del SCE, el gobierno está considerando cuatro opciones para incentivar mejor tanto las reducciones como las remociones de emisiones:
- Opción 1: Utilizar las palancas existentes, por ejemplo, reducir el número de NZU vendidas mediante subasta. Esto incentivaría por igual las reducciones de emisiones y las actividades de remoción.
- Opción 2: Aumentar la demanda de NZU permitiendo que el gobierno y/o los compradores internacionales las compren. Esto también incentivaría las actividades de reducción y remoción de emisiones, aunque no está claro qué tan efectivo sería, ya que se desconoce la demanda internacional de NZU.
- Opción 3: Reducir el incentivo de las remociones. Para hacerlo, el gobierno podría imponer restricciones al uso o generación de NZU a partir de actividades de remoción.
- Opción 4: Crear mercados de carbono separados para las reducciones y eliminaciones de emisiones. Esta opción daría al gobierno el mayor control sobre la gestión de diferentes incentivos para reducciones y eliminaciones, pero implicaría una reforma fundamental del SCE NZ.
La responsabilidad de concluir la revisión del SCE NZ recaerá en un nuevo gobierno, que se está formando actualmente después de las elecciones nacionales en octubre. Los resultados de las consultas del SCE, que concluyeron en agosto, se presentarán al nuevo gobierno en diciembre como base para sus decisiones. El nuevo gobierno también deberá considerar el impuesto al carbono agrícola, un nuevo instrumento de fijación de precios del carbono propuesto para las emisiones biológicas de la agricultura, que representa alrededor de la mitad de las emisiones de Nueva Zelanda.
Fuente: México2