Un artículo publicado en la revista científica Science enumera diferentes situaciones en las que el proyecto del Tren Maya no presentó (o lo hizo de manera incompleta) informes sobre cómo se mitigará el impacto ambiental que la obra causará en temas como preservación de la vida animal o el patrimonio arqueológico aún no descubierto.
Science es editada por la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia. En su versión impresa y digital de enero 2022 se publicó el artículo A controversial train heads for the Maya rainforest (Un polémico tren se dirige a la selva Maya) en el que se recopilan los comentarios de expertos en arqueología y medio ambiente que siguen muy de cerca las obras del Tren Maya, algunos incluso son asesores de este proyecto emblemático del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El texto explica que, si bien, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) augura prosperidad económica en las zonas por dónde pasará el Tren Maya, la comunidad científica y ambiental advierte de daños irreversibles al ecosistema de especies como el jaguar, los murciélagos de Yucatán, tapires, guacamayas rojas o monos que habitan en manglares y selvas cercanas al trazo de las vías.
También, advierten los expertos, pondría en peligro a más de 140 mil indígenas de comunidades aledañas a la ruta del Tren Maya, debido a que el constante flujo de turistas atraerá al crimen organizado y con ello un gran aumento en la distribución de drogas y la violencia en la zona.
Tren Maya no presenta informes de impacto ambiental o lo hace de forma incompleta
El artículo publicado en Science cita el resumen de un análisis de riesgos elaborado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en 2019 en el que ya se consideraba el aumento del crimen organizado una vez que el Tren Maya se pusiera en operación.
«Atendiendo a los datos de los últimos 30-40 años, es de gran preocupación el impacto
potencial en el aumento de actividades ilícitas vinculadas al turismo como la trata de personas (adultas y menores) y la circulación y uso de drogas», explica un resumen ejecutivo del análisis de Conacyt.
Sin embargo, señala la revista científica, el informe completo de Conacyt no se ha dado a conocer a pesar de que ya está en construcción la Fase 2 de la obra, cuyo trazo ya está más cerca de adentrarse a las áreas protegidas.
Romel Rubén González Díaz, activista maya y coordinador del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil, en Campeche, así como científicos y líderes indígenas consultados por Science coincidieron en que los informes de impacto ambiental que les han sido entregados por las autoridades están incompletos y son muy superficiales, pues no atienden diversas problemáticas que se les ha hecho saber en diversas mesas de diálogo.
Explican que en noviembre de 2020, seis meses después del arranque de las obras, recibieron finalmente una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de parte del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). Sin embargo, el documento no contempló aspectos como la fractura del ecosistema, el empeoramiento de la calidad del aire, el ruido, la vibración y la contaminación.
Medidas del gobierno «son un curita» para tapar el daño real
Shelley Alexander, ecologista paisajista de la Universidad de Calgary y experta en temas de conservación de la vida salvaje, dijo para el artículo de Science que las medidas de protección animal que el gobierno federal plantea para el Tren Maya son como un «curita en un hábitat muy sensible», debido a que son superficiales y no se adaptan a todas las especies.
Por ejemplo, se cita el caso de los pasos silvestres proyectados para que los animales crucen sin pisar las vías del tren. La experta comentó que aunque muchos animales sí pueden adaptarse a este tipo de caminos, los grandes carnívoros, como los jaguares, tienen más dificultades para utilizarlos.
Lo mismo ocurre con las decenas de especies que habitan en el Volcán del Murciélago, en Yucatán, en donde los activistas y científicos advirtieron que las vías del tren, proyectadas originalmente para pasar a tan solo 10 metros de las cuevas habitadas por miles de murciélagos, causarían cientos de atropellamientos.
El Fonatur informó que se rectificaría el paso del Tren Maya por detrás de las cuevas para evitar esta situación, pero los mapas oficiales consultados por Science hasta enero de 2022 no muestran dicha corrección.
Los grupos ambientalistas, en cambio, solicitaron a las autoridades considerar que las vías del tren estén al menos a unos 700 metros de distancia de las cuevas de murciélagos para evitar que aquellos que vuelan bajo sean arrollados o que se perturbe el hábitat con vibraciones que dañen su hogar.
Aún hay mucho por descubrir, pero el tiempo se agota: arqueólogos
En el tema de patrimonio histórico, Science consultó a arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que trabajan en las zonas por donde cruzará el Tren Maya y señalaron que en los meses de trabajo se han encontrado objetos y construcciones que «darían para publicar 10 años de libros», pero que aún hay mucho material enterrado y el tiempo se les acaba.
La revista indica que, según los arqueólogos, aún hay muchas ruinas inexploradas o por descubrir que pueden dañarse o perderse para siempre una vez que el Tren Maya opere.
Francisco Estrada Belli, experto en cultura Maya de la Universidad de Tulane dijo para el artículo que aunque los arqueólogos mexicanos hacen su mejor esfuerzo, las excavaciones se hacen con el objetivo de rescatar la mayor cantidad de piezas y no el de estudiar o analizar de manera académica los vestigios descubiertos.
Un arqueólogo que trabaja en la obra y que pidió a Science permanecer en el anonimato respaldó la postura de Estrada Belli y agregó que traban a contrarreloj para que Fonatur pueda tachar ese «requisito en la lista» y comenzar con las obras de construcción lo antes posible.
Fuente: Data Noticias.